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Así se hace imposible: Cada año se vuelven más jóvenes paceños que se encontraban estudiando afuera de la ciudad




La mayoría de los estudiantes esperan más programas que se enfoquen a becar a los jovenes. En el caso de Martín (paceño de cuna), la posibilidad de comenzar sus estudios en Paraná estuvo directamente ligada a la ayuda del Estado con una beca de nivel terciario. “Me la otorgaron en un acto donde fue el equipo de Instituto Becario a La Paz. Fuimos muchos chicos los que la recibimos”, nos asegura. 



Pero está claro que los programas diseñados desde la política, en este caso la política educativa y/o social, se encuentran directamente ligados a las idas y vueltas de la política económica. La economía es el factor que limita a estudiar y en los tiempos que corren, se ha convertido en una máquina de impedir y obstaculizar las esperanzas de desarrollo individual para los estudiantes más humildes e incluso, los de clase media. 

Dice Martín: “Yo elegí una carrera ligada a los recursos humanos y opté por estudiar algo que no me lleve muchos años. Siempre uno piensa en volver a su ciudad lo antes posible y comenzar a trabajar para ayudar a tu familia o independizarte y proyectar el día de mañana, conformar tu propia familia. Los que somos parte de una clase trabajadora, donde tus padres se rompen el lomo todos los días para darte un futuro, nos vamos poniendo esos límites. No imaginamos estudiar carreras a largo plazo, no podemos aunque nos guste. Si ya nos poníamos esas metas a corto plazo, hoy el gobierno nos lleva a perder también esas posibilidades”. 

De las distintas tecnicaturas de la UNER, desertaron no menos de 9 estudiantes en el primer semestre del corriente año. Un dato que está ligado a la información que nos brinda Martín. “Que yo conozca fueron siete el año pasado, cuatro de ellos estudiaban conmigo y creo que nueve ahora, pero estoy seguro que son muchos más. A algunos los conozco porque somos amigos pero otros nos enteramos porque los vemos en La Paz nuevamente y otros ya se volvieron a estudiar allá”. 

“De la UADER se bajaron muchos y no tengo dudas que todo está relacionado con la situación económica. Mi mejor amiga estudiaba en UADER. Empezó Abogacía en Santa Fe, después pasó a UADER con una carrera más corta y la semana pasado se fue a La Paz. Sus padres no querían que deje pero ella me contó que su hermano estaba enfermo y que la plata fue priorizada para eso. Ella creo que ella va a estudiar magisterio el año que viene en La Paz”. 

"Considero que lo que más se necesita para los estudiantes son becas, para que sigan estudiando, sobre todo para los que van a entrar a la universidad. El problema mas grande es la falta de dinero para pagar material de estudio y a eso hay que sumarle todo lo que significa el alquiler y la comida”.

Parece mentira pero, las oportunidades que tuvo el intendente de La Paz, hoy no se las puede ofrecer a los jóvenes de la ciudad que le toca gobernar. No porque no lo desee, sino porque el modelo político al que representa, no se lo permite. 

Contradicción real que cuesta explicar. ¿Cómo defender a ultranza a un proyecto político y económico que deja afuera a jóvenes estudiantes que ya dejaron de tener asegurado el derecho a elegir una carrera, tal como alguna vez, otro proyecto de país se lo otorgó al intendente y a miles de estudiantes de La Paz, sin importar la clase social de la que emergieran. 

La baja en la economía, no sólo ha llegado a afectar el desarrollo del país y municipio sino también a afectado en la educación, en donde la mayoría de los estudiantes y padres de familia ven la falta de recursos como un impedimento para que los jóvenes puedan seguir con sus sueños universitarios. 

Me encontré con una joven estudiante paceña de apellido López. Hasta el año pasado estudiante de secundaria entusiasmada por el desafío de instalarse en otra ciudad para iniciar su camino en la universidad. Con una envidiable claridad conceptual destacó que “actualmente muchos jóvenes están pasando por muchos problemas económicos así como en sus casas, sin embargo, aseguró que es importante que se busque la forma de seguir estudiando y salir adelante, siempre tratando de hacer lo mejor para obtener los mejores resultados”. 

“Yo les digo a los que conozco y que son de La Paz, que le metan muchas ganas a todo, que pongan todo de sí para siempre tratar de ser el mejor en cualquier actividad que desempeñen, siempre mirando hacia adelante, teniendo claros sus objetivos, sus metas y tratar de cumplirlas. Pero todas esas pilas que uno intentan darle, se termina cuando uno mismo no puede. Yo me tengo que volver a La Paz y he llorado mucho por eso. ¿Cómo sostengo lo que les dije a otros conocidos?”. 

Una dato 

Los testimonios son de jóvenes paceños que cuentan con Becas. Un aporte del gobierno que significaban una ayuda real hace un par de años atrás en el contexto de una economía regulada por el Estado y no por la especulación del Mercado o del mundo financiero. Becas que tenían un sentido real y que de a poco fuero “licuadas” por el rumbo adoptado en el país. 

Tal vez, es hora de ponerse a planificar programas de diseño propio en algunos municipios donde la situación de deserción estudiantil se agrava cada vez más. Pero tenemos la certeza que en el municipio de La Paz ni siquiera deben manejar estadísticas al respecto. ¿Cómo creer en posibles alternativas con el Estado despreocupado?. 

Los jóvenes se vuelven y cada vez son más. En una ciudad gobernada por un reciente egresado estudiante de la Universidad Pública, es poco y nada lo que se hace para contener a los gurises y las gurisas paceñas dentro de las carreras elegidas. Es que la alternativa de regresarse a sus hogares para improvisar un estudio alternativo cerca de la ayuda familiar, parece conformar al municipio y sacarle la mochila de encima. La respuesta según Martín es: “En La Paz hay muy buenas posibilidades y lo peor es que te lo dicen quienes sí tuvieron la alternativa de recibirse afuera”.

Los que permanecen aún estudiando en Paraná con un inmenso esfuerzo de los padres, aseguran que sin las becas recibidas desde la provincia (poco o mucho que esto signifique), hace rato estarían en La Paz. "La posibilidad de trabajar y estudiar al mismo tiempo, también se va perdiendo en estos años", dicen.

Finalmente: Hoy más que nunca está volviendo a visibilizarse la triste realidad de una educación universitaria para pocos y el Estado en vez de presentarse como posibilitador, se corre y lo deja a la mano invisible (suerte, Dios, mercado)





FUENTE: agradecemos el testimonio de Martín y la joven López. Queremos agradecer a los otros tres testimonios más que nos pidieron no mencionar y que coincidieron a grandes rasgos con lo expresado por sus dos coterráneos. Muchas Gracias por su valentía y les deseamos que puedan cumplir sus sueños...pese a todo.- 



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