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El consumo masivo se desplomó 3,7 por ciento en septiembre. Es la mayor baja desde junio de 2017



Prácticamente todas las categorías de productos muestran fuertes bajas. Si se toman en cuenta los porcentajes de variación de las ventas de artículos de consumo masivo desde septiembre de 2015, la caída acumulada es del 8,4 por ciento.


El consumo masivo se desplomó un 3,7 por ciento en septiembre frente al mismo mes del año pasado, la mayor caída desde junio de 2017, advierten desde el supermercadismo. Si se toman en cuenta los porcentajes de variación de las ventas de artículos de consumo masivo desde septiembre de 2015, la caída acumulada es del 8,4 por ciento. Sobre ese consumo reducido opera el incremento de las importaciones, que achica todavía más el mercado disponible para las empresas que producen para la economía doméstica. En el período enero/septiembre, el consumo masivo acumula una baja del 0,8 por ciento. Prácticamente todas las categorías de productos muestran bajas de consumo. El deterioro es mucho más fuerte en los pequeños comercios. La caída del consumo en septiembre coincide con la que posiblemente se convierta en la mayor inflación mensual desde abril de 2002, ya que las estimaciones privadas esperan un 7 por ciento (ver aparte). Mañana se conocerá el IPC oficial de septiembre.

Durante el fin de semana largo, las grandes cadenas de supermercados recibieron el informe mensual de la consultora Scentia, que dirige Osvaldo Del Río. A nadie le soprendió la caída del consumo, después de un mes de fuertes aumentos de precios por parte de las empresas líderes y la incertidumbre económica que hace que los consumidores estén muy cautos con los gastos.

En septiembre, los precios en el sector de consumo masivo subieron a un ritmo del 35,2 por ciento anual, mientras que la facturación lo hizo en un 30,1 por ciento. Esa diferencia implica una baja de las cantidades vendidas. Desde el comienzo del ciclo de gobierno de Cambiemos, sólo en marzo de este año se verificó una clara mejora interanual del consumo. En ese momento se habían acordado algunas paritarias importantes y todavía no se había desatado la crisis cambiaria. Para lo que resta del año y al menos la primera parte del 2019 se espera que el consumo siga en deterioro.

La baja de las cantidades vendidas en el consumo masivo fue de 3,7 por ciento en septiembre, que se puede desagregar en una merma de 2,8 en el AMBA y de 4,4 por ciento en el Interior, calculó Scentia. La reducción del consumo fue más marcada en pequeños comercios, que sufrieron una baja del 6,1 por ciento a nivel nacional, mientras que las grandes cadenas verificaron una baja de 1,7. Esa diferencia se explica porque la crisis obliga a los consumidores a reducir en primer lugar las grandes compras en los comercios de cercanía, en donde ahora se consume cantidades pequeñas para cubrir necesidades del día o de muy corto plazo. Las grandes cadenas, a su vez, perdieron algunos consumidores en manos de los mayoristas.

Se destacó la caída interanual del rubro de alimentación (-3,7 por ciento), desayuno y merienda (-5,9), perecederos y frío (-3,1), limpieza de ropa y hogar (-8,4), higiene y cosmética (-5,3) y bebidas sin alcohol (-1,2 por ciento). El único segmento que mejoró en la comparación anual fue bebidas con alcohol (11,4 por ciento), empujado por la cerveza.

El principal determinante de la caída del consumo masivo es el deterioro del poder adquisitivo de los asalariados y jubilados. Un reciente informe de la consultora Ecolatina advierte que este año el salario real va a caer en un 6 por ciento en promedio, traccionado a la baja en primer lugar por los ingresos de los empleados públicos, que bajan un 8 por ciento en términos de poder adquisitivo. Entre los trabajadores privados registrados, la caída rondaría el 4,5 por ciento. De todas maneras, el resultado final del salario real en 2018 dependerá de la medida en que se reabran las paritarias de los principales gremios, algo que no está del todo claro todavía, por lo cual la pérdida podría ser todavía más alta ante la inflación, que quedaría cerca del 45 por ciento. Por su parte, la jubilación ajustaría 7,8 por ciento en diciembre, con lo cual el incremento nominal llegaría al 28,5 por ciento, casi 16 puntos abajo de la inflación.

Según los números de Scentia, en septiembre de 2016 el consumo masivo cayó en 5,3 por ciento frente al mismo período de 2015. Luego, en septiembre de 2017 registró una leve mejora de 0,4 por ciento frente al mismo mes de 2016. Sobre ese recorrido aparece la caída de 3,7 por ciento de septiembre pasado frente a 2017.


FUENTE: Página 12

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