Cuando no, las viejas y conocidas
internas entre los equipos ejecutivos municipales de La Paz y sus respectivos
concejos deliberantes. Le pasó a Golly, a los hermanos Nogueira y hoy vuelve el
fantasma de los internismos en lo que se suponía, era un cambio.
Con los tapones de punta y con
una “guerra” ya declarada, los concejales de Cambiemos, liderados por el actual
vice intendente Cdor. René Rossi comienzan a visibilizar serias diferencias con
el intendente Bruno Sarubi y especialmente con parte de su equipo ejecutivo.
Si bien se venían sucediendo
algunos cruces que podían haberse considerado menores, está claro que en las
últimas semanas la cancha comenzó a marcarse y con ella se marcaron los bandos
en que se está planteando la disputa interna en el municipio.
El Presidente del Concejo Deliberante,
Cdor. René Rossi (UCR), se venía bancando algunas posturas autoritarias del
ejecutivo que se vieron profundizadas en el equipo que lidera el joven Sarubi con el aterrizaje de un asesor legal y técnico, su primo Marcelo Brunner.
Los temas que agotaron la paciencia
Los conflictos fueron en ascenso.
Primero se sospechaba que las aspiraciones políticas de René Rossi eran lo suficientemente fuertes como para comenzar su carrera rumbo a la intendencia
desde el minuto cero, lo que llevó a Brunner a elegirlo como objetivo para
apuntar todos los dardos e intentar debilitarlo con operaciones que encomendó
específicamente a un medio radial en donde la bajada de línea y de billetes, las
hace el mismísimo asesor del intendente.
Errores en el pago de obras
contratadas por el municipio que llevaron, increíblemente a desembolsar 800 mil
pesos de más. En tiempos en que no alcanza para mover maquinarias ya que las
partidas para combustible son muy bajas, o cuando se le pide paciencia a la
población a la hora de recibir reclamos por el mal estado de los barrios; el
ejecutivo le estaba regalando casi un millón de pesos "por error" a una empresa
local que se encargó de restaurar las instalaciones en la pileta del
Polideportivo. Aquí vale destacar el gesto del empresario que insistió en que
le estaban pagando de más y devolvió ese remanente.
El reciente intento de contratar, por adjudicación directa, a una cuestionada cooperativa radicada en Chajarí pero
con la mayoría de sus miembros en La Paz, para la construcción de las 100
viviendas publicitadas desde la vez que visitó la ciudad el presidente Macri en
plena emergencia hídrica (primer cuatrimestre del año pasado). Este mamarracho operativo que todos se lo adjudican
pura y exclusivamente a una pésima asesoría legal, colocó a Brunner en el ojo
de la tormenta; sin embargo, el intendente vuelve a jugarse por su primo. En
medio, las familias vulnerables que aún esperan una respuesta a lo que,
recordemos, de denominó emergencia. Ya van casi dos años en esa desesperada
situación.
Una gran carpeta de gastos
superficiales, innecesarios. Como habitualmente se dice, la plata que se va por
un caño. Dicen que fueron numerosas las advertencias desde el Honorable Concejo
Deliberante al ejecutivo para evitar este derroche. Por ejemplo, inversiones
que se realizaron en cuestiones estéticas como son las bochas de cemento para
la costanera cuando se podría haber utilizado esa plata en un operativo de
bacheo o ampliar los que se realizaron en la ciudad y empezar a poner en
condiciones las calles que, en algunos sectores son intransitables. “Es
preferible que nos tapen los pozos que hay en las calles antes que esas bochas
inútiles”, se escuchó decir a un vecinos que asegura haber votado a Cambiemos.
Vieja historia de internismos
No es nuevo esto de ver el
quiebre entre concejales y funcionarios ejecutivos del mismo color político.
Tal vez sea porque, evidentemente los concejales conocen y de primera mano
todos los pasos que se propone dar una gestión de gobierno. La construye, la
acompaña, la controla, la advierte, la corrige.
Nuestra historia inmediata nos ha
mostrado, a veces más temprano, a veces más tarde, los quiebres que se producen
cuando falta la comunicación y el consenso entre quienes ganan elecciones para supuestamente, gobernar juntos. Lo vimos con Eduardo Golly en tiempos en que la figura del
concejal era mucho más pasiva, sin embargo se los escuchaba haciendo
declaraciones en los medios de comunicación marcando serias diferencias con el
manejo de algún secretario cercano al intendente justicialista de aquel
momento.
En el caso de la intendencia de
José Carlos Aimone, se supo consensuar y no existieron o por lo menos no
trascendieron grandes diferencias. No sacudió lo mismo con Lidia Nogueira quien
a los pocos meses de asumir la intendencia ya contaba con un frente interno que
le disputaban poder y protagonismo desde el Concejo Deliberante. Las gestiones
de José Nogueira tuvieron altibajos en torno a la relación con sus concejales. Podríamos asegurar que en sus intendencias también se visibilizaron conflictos
con los entornos del primer mandatario municipal. Se llegó incluso a decir que la proyección a
intendente por parte de su último presidente del Concejo Deliberante, Carlos
Bilbao terminó en traiciones electoral impensadas.
Es decir, la presencia de gatos y
ratones en los gobiernos municipales se da en virtud de los armados. Lo que
parecen ser integrantes de un sólido proyecto político y gubernamental,
terminan muchas veces, convirtiéndose en resentimientos y peleas de pasillos
que llegan a niveles muy elevados, al punto de infectar a la ciudadanía en su
conjunto.
Lo que llenó el vaso
Retomando lo que se viene dando en
la actualidad, las advertencias que, tanto el bloque de concejales de Cambiemos
como así también, el bloque del (FpV) y Cambiemos Independiente, le venían
haciendo al ejecutivo, no tuvieron la atención esperada. Los gastos encarados por
el intendente Bruno Sarubi asesorado por Marcelo Brunner llegaron a un estado
crítico. Algunos se atreven a asegurar que ni la gestión anterior, con todas
las críticas que recibía por ser supuestamente, malos administradores, llegó a
la actual gravedad; es que, según datos que de desprenden del mismo ceno del
municipio, la administración Cambiemos ya agotó el presupuesto 2017. Sí,
leyeron bien, estamos en el mes de Junio y ya se agotó el presupuesto
planificado para todo el año. Aquí hay dos alternativas posibles, o se
planificó muy mal las acciones de gobierno para este período de 12 meses o lo
planificado se fue por un caño.
Maquillaje
Al ver que no se deja ayudar, se
denuncia a Sarubi como un joven sin experiencia con una responsabilidad mayor
que día a día deja mucho que desear. Su asesor Legal y Técnico, Marcelo Brunner
está apostando solamente a desembolsar más y más dineros de las arcas
municipales, es decir, fondos públicos para algunos medios de comunicación que
se encargan, según el mismo Brunner, de “limpiar” la imagen de la gestión. A ésto solo se limita la función ejecutiva de un equipo que, lejos de ser la
alternativa que venía a demostrar una efectiva manera de gobernar; no solo está
haciendo agua en la administración de dineros públicos, sino que se ha alejado
peligrosamente de las familias de la comunidad, algo que ningún dirigente que
desea afianzar su camino en política debería permitir.
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