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Duro ninguneo de Carrió contra uno de los fundadores de Cambiemos: "Por suerte Sanz ya no está más”

La diputada nacional organizó una cena de fin de año para 1500 personas, a la que no invitó a Macri ni al referente radical, cuya ausencia de la mesa chica presidencial fue motivo del festejo de la líder de la CC. Mirá quiénes fueron los invitados, el nombre de qué dirigente PRO se olvidó la anfitriona y cuánto pagó cada comensal.


A poco de su abismal triunfo electoral como candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, llegó la tradicional fiesta de fin de año del Instituto Hannah Arendt, el think tank de Elisa Carrió, y trajo consigo una enorme cantidad de anécdotas, chistes y faltazos, pero también un fuerte mensaje político que apuntó contra sus propios aliados: es que "Lilita" no invitó al presidente Mauricio Macri, se olvidó del nombre de un importante dirigente PRO porteño y festejó en un duro gesto contra la UCR que el radical co-fundador de Cambiemos Ernesto Sanz "ya no está más".

En medio de sus dulces elogios hacia su correligionario favorito, el diputado Mario Negri, por sus habilidades como asador, Carrió lanzó una anécdota que fue la excusa para ningunear a quien supo ser uno de los creadores de Cambiemos junto a la propia líder de la CC y el Presidente: “La ley de Defensa a la Competencia nació el día que me quisieron cobrar $6000 un chivo. Ahí tuve una pelea con Macri y Sanz. por suerte Sanz ya no está más...”.

Por su puesto, Sanz fue una de las ausencias de peso, al contrario de lo que había ocurrido en la misma fiesta de 2015, cuando ofició como una de las figuras estelares, poco después del triunfo de Cambiemos en las presidenciales. Luego, con el transcurrir de la administración, sus desencuentros con Carrió hicieron que no fuera invitado y que "Lilita" celebre que "ya no está más".

Sin embargo, la ausencia estelar no fue Sanz sino el propio Macri, aunque no fue víctima del ninguneo que sí recibió el mendocino, tal como consignó Clarín. El Presidente no estaba, ya que como reveló la legisladora al mismo medio, hace 15 días, cuando visitó la residencia de Olivos por última vez, el líder PRO estaba mirando Argentina-Nigeria y ella lo interrumpió para contarle que estaba organizando la celebración del Arendt y le advirtió: “Pero no te invito a vos, la invito a Juliana”.

¿Quiénes ocupaban la mesa central de la noche soñada de "Lilita"? Juliana Awada, la primera dama, ocupaba ese codiciado lugar junto la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal -que no comió-; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el diputado radical Negri y su esposa; y el periodista favorito de la chaqueña, Joaquín Morales Solá.

En el resto de las mesas estaba buena parte del Gabinete macrista: el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; José Torello el jefe de los asesores de Macri; Fernando de Andreis, el secretario general de la Presidencia; y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, que fue con su marido, el jefe de ministros de Vidal, Federico Salvai.


También asistieron diputados y senadores de Cambiemos, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su esposa, Bárbara Diez; y unos 1.500 invitados que pagaron la abultada suma de $3 mil por su entrada para poder asistir.

La noche de Carrió había tenido un inicio artístico, con un show en vivo de del ministro de Cultura porteño, Ángel Malher. La orquesta sinfónica interpretó “El fantasma de la ópera”, “Indiana Jones” y “El sueño imposible”. Sin embargo, el tramo más emocionante pero también más polémico, fue cuando Malher marcó una pausa para anunciar que iban a dedicarle “Mago de oz” a los 44 tripulantes del Ara San Juan. Hubo aplausos y también silencios incómodos.

Es que "Pitito" no eligió el mejor contexto para lanzar esa curiosa dedicación, ya que se trata de un momento desfavorable para la Casa Rosada por la desaparición del submarino ARA San Juan rodeada de numerosas sospechas sobre el accionar del Gobierno y la Armada y la muerte por la espalda de un mapuche en Bariloche, presuntamente a manos de la Prefectura de Patricia Bullrich.

Llegado el discurso de "Lilita", llegó el momento del ninguneo al "rey de la noche". “¿Cómo se llama? Me olvide el nombre”, dijo Carrió, mientras no recordaba a Santilli, el vicejefe de Gobierno que fue uno de los jefes de la campaña que alzó en triunfo a la líder de la CC. Alguien le gritó: “Diego”, y entonces ella soltó: “Es el rey de la noche. El viejo rey de la noche, pero hoy está recuperado”.

Santilli, como muchos, la oían de pie, aunque también se tomaba la cara, casi como no pudiendo creer lo que oía. “Al rey de la noche lo recuperó esa mujer que tiene. Es como Juliana”, agregó la legisladora, en alusión a Analía Maiorana.


FUENTE: Política Argentina

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