Ir al contenido principal

Documento CGT Regional Paraná

El gobierno nacional tiene claro que el único sector fuerte y de real oposición a sus políticas nefastas es el Movimiento Obrero Organizado. Para el gobierno, el problema es el costo laboral en nuestro país y para eso es necesario debilitar a los sindicatos. 


Hay que destruir los “malditos” convenios colectivos de trabajo creados por el Peronismo hace 70 años. 

El Fondo Monetario Internacional ordena moderar los salarios como única manera de contener la inflación. 

Menos dinero en los bolsillos del pueblo, más en la caja fuerte de las grandes empresas. Menos consumo, menos trabajo. 

El Ministerio de la Producción dice que la única opción para salvar algo de la industria textil es que la Cámara Empresaria y el sindicato firmen un acuerdo de precarización laboral. 

El gobierno anula por decreto la paritaria docente y alienta la desafiliación de los trabajadores del Suteba. 

Los empresario del sector camionero exigen que el gremio resigne la mitad de la asignación por antigüedad a cambio del tradicional bono de fin de año. 

El empresario bancario, que ha obtenido récord de utilidades durante el año pasado, ofrece para este año un incremento del 9%. 

El Ministerio de Trabajo lo acompaña sacando una resolución que anula la “cuota solidaria” como señal de presión hacia la Asociación Bancaria. 

Hay que ahogar financieramente a los sindicatos, que pierdan fuentes de trabajo, que reduzcan sus recursos, que se debiliten al extremo y cedan a las exigencias del mercado.

Miles de despedidos en el Estado y en la actividad privada. Hasta la dirigencia dialoguista de algunos sindicatos ha comprobado en este enero caliente que la guerra ha sido desatada. 

Que la confrontación resulta inevitable. Desde la más profundo de la historia resurgen con todo vigor los mensajes de La Falda, Huerta Grande, CGT unificada que conducía Ubaldini y CGT de los argentinos. 

Nuestra lucha tiene sentido si la damos por los derechos laborales, pero fundamentalmente por un proyecto de país que defienda la producción y el trabajo nacional, que enarbole la soberanía y la justicia social. 

Que defienda, en definitiva, la dignidad de todo un pueblo. Los sindicatos unidos y una Central Obrera fuerte son nuestra mejor arma para asegurar la victoria. El enemigo lo sabe, por eso en este mes de enero ha recrudecido su ataque. 

La experiencia peronista nos señala que los sindicatos son la mejor herramienta para proteger a quienes constituyen la única clase social que reconocemos: la de los hombres y mujeres que trabajan. 

Las heroicas y prolongadas resistencias también nos indican que han sido un obstáculo insalvable para las ambiciones de esa despreciable clase que hoy nos gobierna: la de aquellos que viven de los hombres y mujeres que trabajan.- 

CGT REGIONAL PARANÁ

Comentarios