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Grave atentado contra el médico que interviene en una causa por agroquímicos



Jorge Rubattino, el médico que diagnosticó un cuadro de intoxicación por agrotóxicos a una familia de Tala, y cuyo testimonio puede ser clave en la causa penal contra la empresa que fumigó, "iba en la ruta, un obstáculo lo obligó a detenerse, y cuando se bajó del auto escuchó disparos y sintió un ardor en la frente". 

Las víctimas de las fumigaciones en Entre Ríos.


El médico Jorge Rubattino, quien a fin del año pasado atendió en el Hospital Falucho de Maciá a una familia de la zona de Altamirano Norte (departamento Tala) que debió ser internada tras sufrir un cuadro grave de intoxicación a raíz de una fumigación con agroquímicos, fue víctima de un atentado el 16 de marzo pasado.

El hecho, que salió a la luz recién en las últimas horas, fue denunciado por Rubattino en la comisaría local. Según consta en la denuncia, “el viernes 16 de marzo a la hora 19:30 aproximadamente Rubattino se encontraba transitando en su automóvil particular por la Ruta Provincial N° 30 cuando al llegar a la curva peligrosa entre Maciá y Gobernador Sola advierte unos obstáculos sobre la cinta asfáltica que lo obligaron a detener la marcha y descender del vehículo”.

Al bajar del rodado, Rubattino escuchó “disparos y sintió un ardor en la frente”, por lo que decidió “subir rápidamente a su auto, seguir hasta Maciá y resguardarse en su domicilio”.

Aterrorizado, en un primer momento decidió no contar lo que había pasado, hasta que finalmente concurrió a la policía y radicó la denuncia formal.

El profesional recibió “amenazas de muerte previas vía telefónica”, lo que lo llevó a concluir que el atentado del 16 de marzo “tiene directa vinculación” con su intervención en el caso de la familia Holstein. 

Rubattino fue el médico que recibió en el hospital al matrimonio Holstein y a sus dos hijos menores a quienes les diagnosticó -y dejó asentado en la historia clínica- un cuadro severo de intoxicación debido a la exposición a los agroquímicos.

El 28 de diciembre, la empresa "Celestino Spahn S.A", con sede en la provincia de Santa Fe, que alquila la "Estancia Las Raíces” ubicada a pocos metros de la vivienda familiar de las víctimas, fumigó con una mezcla de agroquímicos prohibidos (Glifosato y 2-4-D) el campo ubicado a 700 metros de la vivienda de la familia Holstein en Altamirano Norte, sin haber dado aviso previo de la realización de la fumigación, sin contar con receta agronómica, sin la presencia de un profesional en el lugar y con condiciones climáticas adversas, es decir violando todos los requisitos establecidos en la ley provincial de agroquímicos vigente.

Al día siguiente, el matrimonio Holstein y sus dos hijos menores de edad comenzaron a presentar graves problemas de salud –fiebre, trastornos respiratorios, afectación en el habla, la vista, y mal estado generalizado- por lo que el 2 de diciembre debieron ser internados durante varios días, y una posterior complicación del cuadro obligó a Rubattino a derivarlos al Hospital Santa Rosa de Villaguay, donde permanecieron internados hasta el 9 de diciembre.

La causa penal contra la empresa se inició el mismo día de la fumigación, pero posteriormente, a fin de diciembre, la familia Holstein presentó un recurso de Amparo Ambiental como contó NOTICIAUNO.

Tras la fallida apelación de la empresa responsable, el amparo fue ratificado por el Superior Tribunal de Justicia de la provincia, en un fallo que sentó un importante precedente judicial. 

Mientras tramita la causa penal, el máximo tribunal remarcó que “las certificaciones médicas (del doctor Rubattino) son suficientes para acreditar que la conducta (de la empresa) denunciada pudiera causar algún perjuicio al medio ambiente o a la salud".

Sostuvieron además los magistrados que no es suficiente que los fumigadores respeten las distancias de fumigación establecidas en la ley provincial Nº 6599 que regula el uso de agroquímicos. Los jueces del STJ entendieron que la misma ley provincial dispone que quienes fumiguen en campos cercanos a viviendas, cursos de agua o explotaciones apícolas “deberán extremar las precauciones para evitar que el producto utilizado produzca cualquier tipo de daño ocasionado por deriva (vientos) o deficiente aplicación”.

El STJ señaló que la empresa demandada “no ha podido acreditar el cumplimiento del deber de extremar las precauciones para evitar no sólo que el producto utilizado en las fumigaciones tome contacto con lugares donde hubiera vivienda, sino también la deriva del mismo. Tampoco se advierte que la obligación de dar el aviso correspondiente a las autoridades y vecinos, haya sido satisfecha”.

En la causa penal que está en trámite en la Fiscalía de Rosario del Tala –que se inició el mismo día de la fumigación-, el testimonio y la actuación del médico Rubattino que se atrevió a confirmar un diagnóstico presuntivo y sufrió el grave atentado y amenazas telefónicas puede ser clave para condenar a los responsables.




FUENTE: Noticiauno

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