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La Paz: falta de respuestas del municipio. Una vecina al borde del suicidio




Estremece la falta de sensibilidad por parte del gobierno de CAMBIEMOS a lo largo y ancho del país. La ciudad de La Paz no es la excepción. Una mujer intentó quitarse la vida en barrio Horizonte porque no pudo superar aun lo que vivió en la última gran inundación de abril de 2016 donde lo perdió todo. 


La vecina habita una precaria casilla de madera que el municipio ofreció como alternativa hasta que se terminen de construir las primeras 100 viviendas de las 300 que había prometido el intendente Bruno Sarubi (Cambiemos), junto al presidente Mauricio Macri hace más de dos años atrás. 

Al intentar quitarse la vida, fue socorrida por un vecino que se encuentra en iguales condiciones, a la espera de recuperar algo de la dignidad perdida. 

Son familias que no tienen contención emocional luego de haber vivido una de las experiencias más fuertes, duras y dramáticas de sus vidas en abril de 2016. Son familias en estado extremo de vulnerabilidad que actualmente les toca afrontar la crisis del país que, lejos de mejorar, se agudiza cada día más.

Primera reflexión que nos deja la noticia: es MENTIRA que desde el municipio se los contiene. Segunda reflexión: el Estado rompe el tejido social y lo hace sistemáticamente en La Paz. Tercera reflexión: ya está bien demostrada la incapacidad del equipo que trabaja en Desarrollo Social; por mucho menos se fueron otros funcionarios. Por último: no les parece que ya es hora de atender la emergencia que fue declarada hace dos años atrás? 

Javier Siris, Director del sitio digital “Info La Paz”, publicó unas líneas de opinión: 



La Paz: Muy triste. La crisis casi se cobra otra vida

"Yo le dije que no era la solución. Ella lloraba y me dijo que estaba arrepentida. La abrasé fuerte. Me indignan estas cosas y me da bronca la realidad que nos toca vivir" me dijo un vecino a través de un mensaje.

El triste relato se da en medio de una crisis que cada vez se siente más. Que se hace carne propia en los sectores más vulnerables y desprotegidos de nuestra comunidad.

Una víctima más del sistema, con un oscuro pasado que lleva consigo y las secuelas de haber perdido todo hace más de dos años en la inundación, la llevaron al extremo.

La suerte estuvo de su lado al igual que algunos vecinos y familiares que pudieron dar consuelo a tiempo. 

Pero ¿y mañana? ¿Qué depara el futuro para quienes siguen esperando que la ausencia se haga presencia? Que el Estado aparezca donde cada vez se hacen más invisibles las soluciones y se desvanecen las promesas esperando otro año electoral.

No es justa la espera para los que ya perdieron todo. Para los que no tienen nada. Para los que hoy son números en las planillas y que antes fueron números en las urnas.

La atención, la presencia, deben ser constantes, permanentes y no solo para las fotos ensayadas. 

Esta vez fue un aviso. Mañana puede ser tragedia.

Llamado de atención señores funcionarios. 

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