En el inicio de una temporada veraniega que se proyecta con grandes expectativas en la ciudad de La Paz, pensando en las posibilidades de reactivación turística luego del gran estanco experimentado por la pandemia del Covid-19 en este año, hay buenas y malas noticias.
El comienzo de temporada turística en la ciudad de La Paz centró toda la atención en la apertura de la Playa El Faro con un nuevo emprendimiento enclavado en ese maravilloso escenario natural a orillas del río Paraná, Puesta del Sol.
Una familia que apostó fuertemente a la hora de licitarse el complejo con servicios que fueron totalmente renovados y adaptado a la nueva normalidad.
Buena música, comida, tragos, un ambiente incomparable para disfrutar en familia y con amigos, elegido sin la menor duda por visitantes de todas las edades. Así dio sus primeros pasos el nuevo parador.
Desde el municipio y a partir de una constante articulación entre los inversionistas privados y el Estado, se mostraron especialmente entusiastas en las horas previas y sumaron una fuerte promoción del lugar como epicentro en el lanzamiento de la temporada verano 2020 – 2021. Además, desde la secretaría de Turismo, Cultura, Ambiente y Deportes, encararon días atrás una obra de ampliación en el sector balneario que le dio un valor agregado a las ofertas diseñadas por el Parador.
El acompañamiento de la gente con la curiosidad de conocer cada nuevo espacio remodelado en lo que siempre se conoció como “la playita”, fue invitando a los curiosos y a los jóvenes entusiastas para vivir una tarde de sábado con arena y sol, tal como lo predispuso el excelente clima con el que comenzó este fin de semana larga.
Ahora bien, si hay algo en lo que se debería reflexionar como un capítulo aparte a las buenas intenciones, son las actitudes de convivencia que las y los paceños podrían sumar a uno de los principales factores a tener en cuenta por el turista para ser elegidos, y eso se logra con un compromiso de conciencia colectiva.
Mucho puede hacer un/a entusiasta inversor/a privado y otro tanto puede lograr el municipio, pero si no existe un compromiso individual primero y comunitario después, aquella clásica idea de que lo público es de todo, parece sucumbir una y mil veces más.
Valorar el esfuerzo de otros y respetar la casa común es el preámbulo de todo lo que La Paz pueda trazar como destino turístico.
El día después de la inauguración del hermoso Complejo “Puesta del Sol”, contrastó con suciedad en el sector de estacionamiento, calles y espacios verdes. Las botellas de vidrio, papeles y bolsas de nylon invadieron un lugar que apenas horas antes se presentaba como uno de los mejores atractivos de la ciudad. Imagen de la ignominia que suelen recoger aquellos que presentan buenas alternativas para alcanzar el despegue definitivo que tanto sueña la ciudad de los 365 atardeceres diferentes en el norte entrerriano...claro que para que eso suceda hay que aprender lo que otras ciudades que ya gozan de esas mieles aprendieron, cada uno debe hacer su parte!!!.-
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